
a empresa energética australiana Fortescue Future Industries (FFI) confirmó este lunes una millonaria inversión en Río Negro. Sus autoridades indicaron que invertirán U$S8.400 millones y crearán más de 15.000 puestos de trabajo directos en la Argentina para producir hidrógeno verde.
Pero… ¿de qué se trata? Especialistas en el tema indican que no es una fuente primaria de energía, como el gas, sino parte de compuestos como el agua, los hidrocarburos, los alcoholes y hasta la glucosa.
El objetivo es poder separarlo, porque se obtiene un producto final cuya aplicación tiene un rendimiento que lo hace sumamente atractivo.
¿Por qué verde? Porque su color es figurativo, según lo ambientalmente sostenible del proceso de separación y de la materia prima. De hecho, hay hidrógenos de colores como azul o gris.
El hidrógeno verde que impulsa Río Negro tiene como materia prima el agua y como proceso la electrólisis, que precisa electricidad. Lo ambientalmente amigable está dado en que se plantea que esa electricidad provenga de fuentes no fósiles, esencialmente energía eólica.
El comportamiento del hidrógeno es similar al del gas natural. Se puede usar para generar calor o en motores a explosión. Se licúa y reduce su volumen para ser transportado o envasado. Y puede viajar en los mismos caños.
Tiene un rendimiento mucho mayor y esa es una enorme ventaja. E inclusive podría inyectarse a la red de gas para aumentar su poder calórico, como se suele hacer con el metano.