El gobierno sufrió un duro revés en las PASO y peligran sus mayorías en el Congreso

La oposición tomó ventaja en los principales distritos del país, incluyendo la emblemática provincia de Buenos Aires. El presidente acusó el golpe y promete “enmendar errores”.

El gobierno sufrió ayer una dura derrota en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. La sintió en 17 de los 24 distritos. El gran batacazo de la oposición fue la victoria en la provincia de Buenos Aires, el principal bastión electoral del peronismo, dejándolo en un lugar de debilidad rumbo a las legislativas de noviembre y abriendo interrogantes sobre el futuro del gobierno del presidente Alberto Fernández (ver análisis).

El oficialismo también sumó derrotas en los principales distritos electorales del país: Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

Además le fue adversa toda la Patagonia, incluyendo la cuna del kirchnerismo -Santa Cruz- y las provincias de Río Negro y Neuquén, donde se impusieron las fuerzas provinciales del MPN y Juntos Somos Río Negro, respectivamente .

“De los errores aprendemos. Hay una demanda y a partir de este lunes vamos a prestarle atención y resolver el problema que la gente nos plantea”. Anoche, desde el búnker del Frente de Todos, un abatido Alberto Fernández reconoció la mala performance de la alianza oficialista Frente de Todos.

En el caso neuquino, pese a la buena votación del MPN (35,5% de los votos) se destacó la victoria de la disidente lista encabezada por Rolando Figueroa ante la Azul apadrinada por el gobernador Gutiérrez . En Río Negro sorprendió la buena performance de Juntos Somos Río Negro (logró el primer lugar con el 34,7% de los votos), que relegó al tercer lugar al FdT (ver págs 18-19).

El resultado de las primarias no pudo ser más auspicioso para las listas de Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones legislativas nacionales del 14 de noviembre, cuando se elijan 127 diputados nacionales y 24 senadores.

Juntos por el Cambio se impuso en 15 distritos, dos de ellos gobernados por el peronismo como Buenos Aires y Santa Fe. Más previsibles, acaso, fueron los triunfos en Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Sorprendieron las buenas performances opositoras en Entre Ríos, La Pampa, Chubut y otras provincias oficialistas.

La alegría (no euforia) en el búnker de Juntos por el Cambio en Costa Salguero contrastó con las caras serias del FdT en el centro del barrio de Chacarita.

De proyectarse esta tendencia a las generales, por ejemplo, el oficialismo perdería la elección a senador en seis de los ocho distritos y peligraría el quórum propio en la Cámara Alta.

El Frente de Todos asumió los malos resultados con una foto de unidad: Alberto Fernández y Cristina Fernández (que regresó de Río Gallegos) subieron al escenario junto a otros grandes referentes como Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof.

Fernández fue el único orador: “Seguimos convencidos de que estamos frente a dos modelos de país, un modelo que a todos incluye y otro que deja a millones de costado”, dijo. “Les pido que mañana mismo vayan a hablar con sus vecinos, la campaña acaba de empezar ”, propuso con un tono esperanzador.

No será una semana sencilla para el oficialismo. Ya se habla de “voto castigo” a su gestión.

Se trató de una elección histórica por el contexto de la pandemia, que obligó a desplegar un operativo sanitario y de seguridad inédito. Con todo, el nivel de participación arañó el 70% .

En Juntos quedan buenas sensaciones para noviembre. Llamó la atención que Macri no esperó a los festejos medidos en Costa Salguero. Sus principales apuestas en Córdoba (Mario Negri) y Santa Fe (el ex ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro) perdieron.

Quizás por eso le dejó el escenario a Horacio Rodríguez Larreta, quien en estas PASO echó a andar su proyecto presidencialista: el enroque Santilli-Vidal le salió perfecto. En la UCR se confirmaron los liderazgos del gobernador Gerardo Morales y de Alfredo Cornejo en Mendoza. Facundo Manes, derrotado en la interna bonaerense por Santilli, quedó rezagado para el 2023.

Las PASO también dejaron buenos rendimientos de los economistas liberales, Javier Milei (CABA) y José Luis Espert (Buenos Aires), del Frente de Izquierda en distintas provincias.

La Casa Rosada privilegió dos ejes para la campaña: la recuperación económica y el plan de vacunación contra el Covid. Ambas gestiones fueron reprobadas en las urnas. El Presidente le puso el cuerpo a la campaña, pero los resultados no fueron buenos.

“Tengo por delante dos años de gobierno, no voy a bajar los brazos, les pido que me ayuden ”, dijo anoche Fernández.

Las generales de noviembre se ven ahora como un gran interrogante y cuesta arriba para el Gobierno nacional.