Weretilneck y Figueroa trabajan arduamente para poder pagar aguinaldos
Los gobernadores electos de Neuquén y Río Negro analizan junto a los actuales funcionarios, que no seguirán después del 10 de diciembre, la manera de cumplir con el pago del medio aguinaldo de fin de año. Las realidades de ambas provincias son bien diferentes porque la transición tiene sus carices.
“Las actuales autoridades y las nuevas designadas en el área de economía y tesorería están trabajando en el planificación financiera de la transición”, dijo ayer, una escueta fuente del actual gobierno de Omar Gutiérrez.
“Se está trabajando en los fondos para los aguinaldos”, explicaron cerca del gobernador Alberto Weretilneck frente a las consultas por el cumplimiento de esas obligaciones salariales.
Ni Figueroa ni Weretilneck quisieron hablar de esta obligación, que recaerá sobre sus administraciones a poco de comenzado el gobierno.
Weretilneck está en Viedma con su flamante gabinete, anunciado en la víspera, y prepara los proyectos que el Poder Ejecutivo remita esta semana a la Legislatura, entre ellos, el Presupuesto y el paquete fiscal para el 2024.
Ayer dedicó la jornada a esas definiciones y se indicó que prevé viajar en las próximas horas a la Capital Federal para retomar las gestiones que garanticen recursos para el segundo Sueldo Anual Complemetario (SAC).
Confirman su presencia en Buenos Aires aunque niegan su participación en algunas de las reuniones de sus pares.
Para los aguinaldos, Río Negro requiere de unos 15.000 millones de pesos y, habitualmente, esos pagos se cumplen entre Navidad y Año Nuevo.
En Economía acusan la existencia de un remanente para emitir unos 4.000 millones de pesos en Letras del Tesoro, con autorización legislativa y avales nacionales. También, la Provincia dispone del mecanismo del descubierto bancario aunque, en ese caso, existe un limitante: no debe superarse los 12.000 millones dentro del mes. Resta, para eso, precisar la disponibilidad de diciembre en las arcas provinciales.
