
El acto, que tuvo lugar en Legislatura de Río Negro, contó con la presencia de la ahora ex gobernadora Arabela Carreras, además de figuras políticas, sindicales y representantes de la sociedad civil.
Weretilneck, quien juró por la patria y el pueblo, compartió la visión del primer gobernador constitucional, Edgardo Castello, rindiendo homenaje a la primera Legislatura de Río Negro como la verdadera representación de la provincia. Recordó las palabras de Castello, quien destacó en 1958 que su gobierno era “una página en blanco que aspiramos a llenar”.
La alocución de Weretilneck se tornó emotiva al reconocer a los 30.000 desaparecidos, rendir homenaje a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y recordar a los combatientes de Malvinas.
El gobernador abordó la situación económica, reconociendo la falta de expectativas, especialmente entre las nuevas generaciones. Destacó la importancia de mirar hacia el futuro y evitar que la crisis económica se transforme en una crisis política.
Negó categóricamente la existencia de fraude, reafirmando la claridad y honestidad del sistema electoral.
“Es hora de los grandes acuerdos, del respeto al que piensa distinto”, expresó Weretilneck, haciendo un llamado a la unidad y a la construcción conjunta del futuro de Río Negro.
Manifestó su preferencia por “el ruido de la democracia y no el silencio de los cementerios”.
En cuanto al nuevo Estado que busca construir, Weretilneck destacó la necesidad de un Estado dinamizador, acompañante de la economía y del sector privado.
En un tono reflexivo, concluyó preguntando al auditorio si serán capaces de acordar en proyectos para Río Negro, instando a la gran unidad y al gran acuerdo como responsabilidad para construir los próximos años de la provincia.