27 agosto, 2025

Emotiva misa en la Catedral de Viedma por la elección de León XIV

La comunidad católica se reunió esta noche para celebrar con una misa en acción de gracias la elección del nuevo pontífice, Robert Prevost, como sucesor de San Pedro y continuador del legado del Papa Francisco.

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La comunidad católica de Viedma celebró este jueves por la noche una misa en acción de gracias en el templo Catedral, tras conocerse la elección del nuevo papa León XIV, el cardenal Robert Prevost, elegido por el cónclave como nuevo conductor de la Iglesia Católica.

La celebración estuvo presidida por el sacerdote Luis García, quien compartió un mensaje enviado por el obispo de Viedma, Esteban Laxague. El máximo prelado viedmense está actualmente participando de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina. 

En su carta, el obispo convocó a la comunidad a orar por la misión del nuevo papa, en una fecha especialmente significativa para los argentinos: el Día de Nuestra Señora de Luján, patrona del país.

El Altar estuvo humildemente decorado, con una imágen de la Virgen, acompañada de la imágen del nuevo papa hoy en Roma, al ser presentado al mundo.

Durante la homilía, el sacerdote García destacó la figura del papa Francisco, valorando su incansable tarea evangelizadora que trascendió no solo el ámbito del catolicismo, sino que fue reconocida por otras confesiones cristianas y religiones del mundo. También resaltó el perfil misionero del nuevo pontífice, recordando su compromiso con los más vulnerables durante su servicio pastoral en Perú, y su profunda identificación con América Latina. 

“Es un pastor que conoce la periferia, que ha caminado con los más olvidados y que ahora ha sido llamado a conducir a toda la Iglesia”, afirmó.

Asimismo, subrayó la cercanía personal y espiritual entre León XIV y Francisco, a quien definió como su mentor y referente. Recordó que fue el propio papa Francisco quien lo nombró cardenal, y valoró las palabras que el nuevo pontífice dedicó a su antecesor desde la logia de la Basílica de San Pedro, en una señal de respeto, afecto y continuidad.

Hacia el final de la celebración, el padre Luis compartió una reflexión para ilustrar, con una imagen conmovedora, la acción del Espíritu Santo en la historia de la Iglesia. Evocó la figura del Hermano León, discípulo íntimo de San Francisco de Asís, su secretario, confidente y ejemplo de humildad, pobreza y amor por la creación. “Así como el Hermano León fue el compañero fiel de Francisco en los orígenes de la orden franciscana, también hoy el nuevo León es un amigo cercano y admirador profundo del papa Francisco. Esa continuidad no es casual: es la mano del Espíritu”, concluyó.